Antes de que la comunidad Star Wars se lleve las manos a la cabeza: sabemos perfectamente que El Niño no es Yoda, sino que simplemente pertenece a la misma raza enigmática. Pero ¿qué le vamos a hacer? La gente solo dice Bebé Yoda cuando se habla de la verdadera estrella del spin-off de La guerra de las galaxias The Mandalorian. Así pues, nosotros también lo decimos. Y aprovechamos la oportunidad de añadir la taza homónima para que no solo tengas a este pillín verde en la pantalla, sino también en la cocina o en la oficina, allá donde se precise un refrigerio de vez en cuando.

Si no con la fuerza, al menos con un montón de glamur de Star Wars. Solo hay que esperar a que el pequeño crezca (en sentido figurado, claro está). Se avecina una buena.