Como suele pasar con los rompecabezas y juegos de inteligencia, todo parece muy fácil: el objetivo es juntar las 13 piezas en la caja para formar un cuadrado perfecto. Parece un juego de niños, ¿verdad? Pues nada, que te diviertas. Ya verás que no es tan fácil, sobre todo, cuando intentes hacerlo con diferentes combinaciones (de las que hay un montón). Sea cual sea la que se elija, hay algo que es impepinable: el ejercicio del pensamiento lógico y de la imaginación espacial. Un juego para dar en el clavo a nivel pedagógico, especialmente si se regala nuestro rompecabezas con un texto personalizable, y es que a) es personalizable, b) es de madera maciza (tan adecuada como duradera) y c) es apto para niños y adultos por igual.

Pues eso.

Ahora, piensa en algo bonito.